Comentario del artículo "Colonización tecnológica, automatización de la colonización y eco-educomunicación" por Clara Navarro Vizcaíno.
La era digital ha traído consigo un avance sin precedentes en la comunicación y la educación, pero también ha generado nuevas formas de dominación que perpetúan las desigualdades sociales y culturales.
En su artículo "Colonización tecnológica, automatización de la colonización y eco-educomunicación", Roberto Aparici, Manuel Álvarez Ruf y Pilar Gómez Mondino abordan cómo la tecnología puede reforzar estructuras de poder coloniales mediante la automatización de procesos y el control de datos.
Frente a este escenario, los autores presentan la eco-educomunicación como una alternativa para resistir estos mecanismos y promover una educación crítica, participativa y sostenible.
A lo largo del artículo, se analizan tres aspectos fundamentales, que son claves para luego desarrollar las preguntas:
El primero, la colonización tecnológica, que se manifiesta en la imposición de modelos digitales que no siempre responden a las necesidades de las comunidades locales.
El segundo, la automatización de la colonización, que intensifica estas dinámicas al reducir la capacidad de intervención humana y fortalecer el control de las grandes corporaciones.
Y, el tercero, la eco-educomunicación, que se plantea como una estrategia educativa capaz de contrarrestar estos procesos y fomentar una relación más equitativa con la tecnología.
A partir de estos planteamientos, surgen preguntas clave que invitan a reflexionar sobre las implicaciones de la colonización tecnológica y las posibles estrategias para afrontarla desde la educación.
Tras haber leído el documento, me dispongo a desarrollar 5 preguntas para realizar el comentario de texto apropiado a la lectura. Estas preguntas han sido elaboradas teniendo en cuenta el libro "El Arte de Formular Preguntas Esenciales" de la Dra. Linda Elder y el Dr. Richard Paul.
La primera pregunta: ¿Cómo pueden las comunidades desarrollar una autonomía tecnológica que les permita resistir la colonización digital sin depender de infraestructuras externas?
La colonización digital se traduce en una dependencia de plataformas y herramientas dominadas por grandes corporaciones. Esta pregunta busca explorar formas en que las comunidades puedan apropiarse de la tecnología, utilizando alternativas como el software libre, redes comunitarias y modelos de gestión descentralizados, que les permitan tener control sobre sus propios datos y procesos educativos.
La segunda pregunta: ¿Cuál es el papel de la memoria histórica y cultural en la resistencia a la automatización de la colonización?
Esta pregunta invita a reflexionar sobre cómo la preservación de la memoria histórica, los saberes ancestrales y la identidad cultural pueden servir como barreras contra la imposición de modelos tecnológicos ajenos a la realidad de muchas comunidades.
La tercera pregunta:¿Cómo podemos evaluar la eficacia de la eco-educomunicación en la formación de ciudadanos críticos y autónomos?
La eco-educomunicación se presenta como una respuesta a la colonización tecnológica, pero ¿cómo podemos medir su impacto? Esta pregunta fomenta la reflexión sobre posibles indicadores para evaluar su efectividad en distintos contextos educativos y su capacidad para fomentar el pensamiento crítico, la autonomía y la participación activa en el ecosistema digital.
La cuarta pregunta: ¿En qué medida la automatización de la educación contribuye a reforzar la desigualdad digital en lugar de reducirla?
La digitalización de la educación se presenta como una herramienta de inclusión, pero muchas veces amplía la brecha entre quienes tienen acceso a recursos tecnológicos avanzados y quienes carecen de ellos. Esta pregunta busca analizar los efectos reales de la automatización en términos de equidad y si realmente contribuye a una democratización del conocimiento o si, por el contrario, perpetúa desigualdades estructurales.
La última, y, desde mi opinión, muy interesante: ¿Cómo pueden las narrativas audiovisuales (cine, series, videojuegos) servir como herramienta para visibilizar y cuestionar la colonización tecnológica?
Además de los medios tradicionales y las redes sociales, la cultura audiovisual juega un papel clave en la construcción de imaginarios sobre la tecnología. Esta pregunta plantea el análisis de cómo el cine, las series y los videojuegos pueden ser utilizados como herramientas de resistencia, promoviendo una visión crítica de la automatización y sus efectos en la sociedad.
Reflexión final
El artículo de Aparici, Álvarez Ruf y Gómez Mondino me ha ayudado a cuestionarme la supuesta neutralidad de la tecnología y a analizar sus implicaciones en la reproducción de estructuras de poder coloniales. La automatización, lejos de ser un proceso meramente técnico, tiene consecuencias profundas en la educación, la cultura y la identidad de las sociedades. Sin embargo, esto no significa que tengamos que rechazar la digitalización , sino que debemos de verla desde un enfoque más ético, crítico y sostenible.
La eco-educomunicación nace como una propuesta para equilibrar nuestra relación con la tecnología, pero su implementación requiere una serie de esfuerzos concretos en la educación y las políticas públicas. En este sentido, la alfabetización digital debe ir más allá del uso de herramientas tecnológicas y enfocarse en el desarrollo de un pensamiento crítico que permita a los ciudadanos cuestionar, apropiarse y transformar el ecosistema digital en función de sus necesidades y valores. Pero, mi reflexión y pregunta al terminar es: ¿estamos dispuestos, como sociedad a realizar esos esfuerzos? ¿A todos y todas nos interesa ese desarrollo del pensamiento crítico?
En definitiva, la colonización tecnológica no es un destino inevitable. Pero se tiene que querer evitar. Con estrategias como la eco-educomunicación, la preservación de la memoria cultural y el desarrollo de modelos tecnológicos autónomos, es posible construir un futuro digital más justo e inclusivo.
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